Erika Botero v. / Directora Jurídica DHSF.
Marzo de 2023.
El actual contexto mundial enmarca las complejidades y desafíos nunca vistos, temas como el cambio climático, la globalización cultural y económica, la interdependencia de las naciones y los cada vez más estrechos lazos entre los ciudadanos, la Cuarta Revolución Industrial, entre muchos otros factores, determinan una mirada más amplia e imbricada cuando se analizan los temas relativos s a los derechos Humanos. Es así como en el presente, el acceso y difusión de información falsa o incompleta se está transformando en un arma que desestabiliza regiones y que impide el normal y libre desarrollo y ejercicio de los derechos de las personas.
Es en esta coyuntura cuando se tiene que ser más responsable, cuidadosos y garantistas en lo que tiene que ver con los derechos humanos, ya que un desequilibrio en su garantía puede llegar a poner en jaque al planeta, a las economías y a las culturas con aún más gravedad, toda vez que el daño puede ser más rápido y masivo, si tomas en cuenta que cada vez somos interdependientes y conectados. Hoy en virtud del trabajo que se viene realizando por defensores de derechos humanos en diferentes partes del mundo, es parte de nuestra responsabilidad manifestar algunos cuestionamientos que surgen a partir del abordaje que se ha dado al conflicto del Sahara, por parte de algunos medios de comunicación. Una de las reflexiones que surgen, es que pareciera que no ha quedado claro, dada la experiencia, que la violencia no es una salida afortunada para las personas en zonas de conflicto ¿acaso no es la población civil quién padece los rigores derivados de una guerra? debería entonces tenerse como premisa que el bien supremo al que deben encaminarse todos los esfuerzos es a la salida negociada de los conflictos, a la búsqueda de la paz. Y no una paz meramente nominativa, sino una paz en la que el respeto a la dignidad, el bienestar y el desarrollo de las personas sean el combustible que permita su estabilidad y durabilidad. Es entonces en esta premisa cuando sorprende que algunos medios traten de deslegitimar una iniciativa sería y coherente como la Propuesta de Autonomía presentada por Marruecos en Naciones Unidas, propuesta que ha sido valorada por numerosos países como mecanismo pacífico de respeto y de paz para los ciudadanos que habitan en el Sahara.
Es entonces cuando los interrogantes frente a la cobertura mediática como factor detonante de desinformación aumenta, por ejemplo: Tv France en español en su edición de “En 5 Minutos” trata de explicar el conflicto en el Sahara dejando fuera algunas consideraciones que son fundamentales para una mejor comprensión de lo que allí sucede.
Antes que nada, hay que dejar claro que el porcentaje mayoritario de los saharauis vive en territorio marroquí y sin embargo es el Frente Polisario quien ha obstaculizado los esfuerzos e iniciativas para realizar un censo que permita llevar a cabo el referéndum propuesto de manera transparente y, sobre todo, un referéndum que de voz a los verdaderos residentes de la zona. También omite mencionar las reiteradas y constantes denuncias de violaciones de derechos humanos cometidas los dirigentes del Frente Polisario, de tal suerte que varios de sus dirigentes están siendo procesados por estos crímenes.
También olvida indagar y comunicar de manera completa, al omitir mencionar que también las víctimas en la zona de conflicto han puesto en conocimiento que este grupo armado roba la ayuda humanitaria, sometiendo a estas personas a la más cruel de las hambrunas.
Poco o nada tiene el reportaje de actualidad de lo que pasa en la zona, ya que hace mucho tiempo el Frente Polisario no representa al Pueblo Saharaui, su legitimidad es nula, tanto así que han surgido diferentes representaciones políticas y sociales como el Movimiento Saharaui por la Paz y otros grupos, incluso de ex miembros de este grupo armado, que hoy, alzan su voz en contra de los abusos y crímenes de esta organización.
Para concluir entonces, la propuesta de Autonomía hecha por Marruecos es respetuosa, cuenta con el apoyo mayoritario de los países miembros de la ONU y facilitaría el camino al desarrollo en esta zona, también mejoraría el ejercicio de los derechos de las personas que allí habitan, en especial, el derecho a la paz y el cese de otras atrocidades que están pasando, como el reclutamiento forzado de menores, y muchas otras acciones que están expuestas y denunciadas en todos los escenarios posibles, de tal suerte que, mientras el Frente Polisario va deslegitimándose en su guerra, la salida negociada e inclusiva que está representada en la Propuesta, va ganando adeptos alrededor del mundo, y sobre todo, honrando a las víctimas como principales perjudicados con la dilación en la implementación de esta alternativa pacífica.